DEL LABORATORIO A LA COCINA LA GASTRONOMÍA MOLECULAR ES QUIZÁS UNA DE LAS CORRIENTES DE LA CULINARIA QUE MÁS INVESTIGACIÓN REQUIERE. SU IMPORTANCIA A NIVEL MUNDIAL LLEGA A COLOMBIA Y VARIOS RESTAURANTES SON MUESTRA DE ELLO. Años atrás concebir platos como mousse de maíz, gelatina de trufa con piel de bacalao, raviolis esféricos, discos de caviar con chocolate blanco o tostadas con sorbete de sardinas, era como hablar de ciencia ficción. Hoy la cocina molecular se ha encargado de que esto, más que una realidad, sea una corriente en auge destinada a revolucionar la gastronomía. Dicha corriente es, en su sentido más básico, la aplicación de la ciencia y de nuevas tecnologías a la práctica culinaria del día a día, con el fin de incentivar la creación y el ensayo que desencadenen nuevos conceptos y nuevas técnicas de cocina. Se trata de reinventar y modernizar lo existente, claro está, con respeto y con el ánimo de mantener la esencia y pureza de los sabores, así se modifiquen las cara